5En consecuencia,
extirpad lo que hay de terreno en vosotros: lujuria, inmoralidad, pasión,
deseos rastreros y codicia, que es una idolatría; 6eso es lo que atrae el
castigo de Dios sobre los rebeldes. 7Entre ellos andabais también vosotros
cuando vivíais de esta manera; 8ahora, en cambio, despojaos de todo eso:
cólera, arrebatos de ira, malevolencia, insultos y groserías, ¡fuera de vuestra
boca! 9Dejad de mentiros unos a otros, ya que os despojasteis del hombre que
erais antes y de su manera de obrar 10y os vestisteis de ese hombre nuevo que
por el conocimiento se va renovando a imagen de su Creador; 11y aquí no hay más
griego ni judío, circunciso ni incircunciso, extranjero, bárbaro, esclavo ni
libre: no, lo es todo y en todos Cristo.
12En vista de eso, como
elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vestíos de ternura entrañable, de
agrado, humildad, sencillez, tolerancia; 13conllevaos mutuamente y perdonaos
cuando uno tenga queja contra otro; el Señor os ha perdonado, haced vosotros lo
mismo. 14Y, por encima, ceñíos el amor mutuo, que es el cinturón perfecto.
15Interiormente, la paz del Mesías tenga la última palabra; a esta paz os han
llamado como miembros de un mismo cuerpo. Sed también agradecidos. 16El mensaje
del Mesías habite entre vosotros en toda su riqueza: enseñaos y aconsejaos unos
a otros lo mejor que sepáis; con agradecimiento cantad a Dios de corazón
salmos, himnos y cánticos inspirados; 17y cualquier actividad vuestra, de
palabra o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.
EXPLICACIÓN.
5-17. Nuevas
relaciones interpersonales: actitud con el prójimo antes y ahora. Extirpad,
lit. "matad; lo que hay de terreno, lit. "los miembros que están
sobre la tierra". No pueden centrarse en el placer sexual ni en la codicia
egoísta; el dinero se convierte en el dios del hombre (idolatría) (5-9). El
cristiano es un hombre nuevo, un miembro de la nueva humanidad; pero no de modo
estático, sino en continuo desarrollo (10). En la nueva humanidad, las
diferencias de raza, religión, nacionalidad o estado social no constituyen
privilegio; extranjero, en griego, "bárbaro", el que habla una lengua
desconocida; bárbaro, lit. "escita", que se aplicaba a pueblos no
civilizados (11).
Relaciones humanas en la humanidad nueva: los sentimientos mutuos han de
ser los que contribuyen a la unión y facilitan la convivencia. La consagración
o pertenencia a la esfera de Dios, que en 1,2 exigía la fe y la esperanza,
desemboca aquí en el amor de unos por otros (12-13). Las buenas disposiciones
hacia los demás se comparan a prendas de vestir; las mantiene unidas y en su
sitio el cinturón o faja, que es el amor mutuo (14). Tenga la última palabra,
lit. "arbitre/sea árbitro". El Señor no llama a una espiritualidad
individualista, sino a vivir como miembros de una comunidad (15). Han de ser
cristianos a fondo, dejando que toda la vida quede penetrada por el amor mutuo;
para ello, ayuda recíproca en un ambiente de alegría y de agradecimiento a Dios
(16). Alegría y gratitud en la reunión cristiana y lo mismo en la actividad
(17)
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